¿Reivindicar a los gays o rechazar las imposiciones?

Resulta llamativa la defensa de los gays por parte de algunos amplios colectivos de la sociedad. No digo esto porque no la merezcan o no la necesiten, sino porque, aunque se hace defensa de ellos de forma declarada, frecuentemente persiste un cierto grado de homofobia. Parece que reivindicar la "causa gay" por parte de algunos grupos heterosexuales significa más apoyar la libertad de la persona a decidir sobre su propio cuerpo que el hecho preciso de ser un marginado por la sexualidad.

Este rechazo hacia las imposiciones que vienen desde fuera explica también buena parte de la hostilidad hacia la Iglesia Católica. Una separación que se ensanchó desde la prohibición por parte de ésta de los incipientes métodos anticonceptivos de los años cincuenta.